Buenas prácticas para diseñar contextos efectivos en MCP
Introducción: El contexto como clave del éxito en MCP
En el protocolo MCP (Model Context Protocol), el contexto es uno de los tres pilares fundamentales —junto con el modelo y el prompt— y es probablemente el componente más determinante para obtener respuestas precisas, útiles y alineadas a los objetivos del negocio.
Diseñar un buen contexto no es simplemente entregar información al modelo; es curar, estructurar y entregar los datos adecuados para que el modelo pueda razonar con base en ellos. Un contexto mal diseñado puede provocar resultados inconsistentes, respuestas irrelevantes o incluso errores conceptuales graves.
En empresas que buscan automatizar flujos, implementar copilotos internos o enriquecer procesos mediante IA, el diseño del contexto es equivalente al diseño de la experiencia del usuario. Es lo que permite que el modelo entienda el entorno, el propósito y las restricciones del sistema en que opera.
Este artículo entrega un conjunto de buenas prácticas concretas para definir, estructurar y evaluar contextos en entornos MCP, especialmente pensado para organizaciones que buscan integrar IA de forma responsable, escalable y alineada a sus procesos internos.
Principios fundamentales del diseño de contexto
Un contexto efectivo en MCP no es aquel que contiene más información, sino aquel que contiene solo lo esencial, expresado con claridad y propósito. Diseñar un buen contexto es un ejercicio de síntesis inteligente: se trata de brindar al modelo los datos que necesita para actuar con precisión, sin sobrecargarlo ni inducir ambigüedad.
Estos son los principios clave a considerar:
- Claridad: La información debe estar escrita en lenguaje claro, sin jergas técnicas innecesarias o frases ambiguas. El modelo interpreta mejor cuando los datos están bien estructurados y redactados como si fueran para un humano nuevo en el sistema.
- Relevancia: Solo debe incluirse información directamente útil para la tarea que el modelo ejecutará. Evita incluir datos históricos o referenciales si no son necesarios para el objetivo inmediato.
- Concisión: Menos es más. Cada palabra cuenta cuando se trata de procesamiento eficiente. Un contexto de 200 palabras bien elegidas puede ser más útil que uno de 2.000 con ruido.
- Estructura: Presentar los datos en bloques o secciones facilita la comprensión. Separar claramente las partes del contexto (como “Usuario”, “Reglas”, “Objetivo”, etc.) mejora la interpretación del modelo.
Aplicar estos principios no solo mejora la calidad de las respuestas del modelo, sino que también reduce la necesidad de ajustes posteriores, testing y mantenimiento. A nivel corporativo, esto se traduce en mayor eficiencia operativa, menos tickets de soporte, y una mejor experiencia general para los usuarios que interactúan con sistemas potenciados por IA.
Tipos de contexto según el caso de uso
En el diseño de soluciones con IA bajo el protocolo MCP, es clave entender que no existe un único tipo de contexto. De hecho, la calidad del resultado generado por el modelo depende en gran medida del tipo de contexto que se utilice según la situación. A continuación, se detallan los principales tipos de contexto que pueden aplicarse, con ejemplos corporativos reales:
- Contexto estático: Se compone de información fija, que no varía durante la sesión o ejecución del flujo. Incluye reglas de negocio, descripción del rol del sistema, límites funcionales, formatos esperados o lineamientos internos.
Ejemplo: “La empresa opera bajo normas ISO 27001. El asistente debe responder siempre en tono formal. Nunca debe emitir recomendaciones financieras.” - Contexto dinámico: Cambia en tiempo real o entre sesiones. Este tipo de contexto permite adaptar la respuesta a la situación actual del usuario o del entorno.
Ejemplo: Datos del usuario actual (“Carlos González, gerente de ventas, región LATAM”), estado del sistema, inputs previos o variables del flujo como fechas, IDs, productos seleccionados, etc. - Contexto documental: Se refiere a fragmentos de texto relevantes que deben ser considerados por el modelo. Pueden ser párrafos de un contrato, instrucciones de una política, mensajes de correo o fragmentos recuperados desde una base de datos.
Ejemplo: Incluir la cláusula 5.2 de un contrato para responder preguntas legales sobre ella. - Contexto conversacional: Preserva el historial de una interacción para dar continuidad a un flujo. Puede ser útil en chats o copilotos donde el modelo necesita recordar decisiones pasadas.
Ejemplo: “Como mencionaste antes que deseas el reporte semanal en PDF, aquí tienes la versión actualizada.”
Elegir el tipo correcto de contexto —y saber combinarlos cuando es necesario— es una práctica avanzada que marca la diferencia entre una experiencia genérica y una verdaderamente personalizada y útil.
Cómo estructurar un contexto robusto
Diseñar un contexto robusto en MCP implica más que redactar información: requiere una estructura lógica, limpia y fácilmente interpretable tanto por humanos como por el modelo de lenguaje. Una buena estructura evita ambigüedades, mejora la precisión de las respuestas y facilita la reutilización en diferentes flujos o prompts.
Estas son las principales recomendaciones para estructurar un contexto sólido:
- Organiza en bloques temáticos: Divide la información en secciones claras como Usuario, Entorno, Objetivo, Restricciones, y Datos disponibles. Esto ayuda al modelo a segmentar el significado de cada parte.
- Usa separadores visuales consistentes: Puedes usar triple guiones (---), etiquetas como [USUARIO], [OBJETIVO], o títulos con mayúsculas para marcar cada bloque. La consistencia mejora la comprensión semántica.
- Evita listas planas sin contexto: En vez de poner una lista de datos sueltos, agrega encabezados o frases introductorias. Por ejemplo, en lugar de solo escribir “cliente: Juan Pérez”, puedes decir: “El cliente actual es Juan Pérez, gerente de operaciones en Chile.”
- Utiliza formato legible: Aunque MCP permite texto plano, si tu plataforma lo admite, puedes aprovechar formatos como Markdown o JSON estructurado para organizar los datos sin perder legibilidad.
- Mantén un orden lógico: Comienza con información general y ve hacia lo específico. Un buen orden suele ser: objetivo del flujo → datos del usuario → entorno → reglas o restricciones → datos puntuales.
Una estructura robusta permite que tu contexto sea más modular, reusable y fácil de mantener. Esto no solo mejora la calidad del output, sino que también facilita el trabajo en equipo dentro de proyectos de IA, ya que otros desarrolladores o analistas podrán entender rápidamente cómo y por qué se construyó el contexto de esa forma.
Qué evitar al diseñar contextos
Tan importante como saber qué incluir en un buen contexto es conocer qué no debe estar presente. Un mal diseño puede provocar respuestas incoherentes, inseguras o poco alineadas al negocio. A continuación, se presentan las prácticas que deben evitarse al estructurar contextos en MCP:
- Incluir información irrelevante: El modelo procesará todo lo que se le entregue. Si se incluyen datos que no tienen relación con la tarea a resolver, se diluye el foco del modelo y aumenta el riesgo de errores.
Ejemplo: Incluir la historia completa del cliente cuando solo se necesita su número de contrato actual. - Duplicar contenido o repetir ideas: Redundancias generan confusión. Si un mismo concepto aparece varias veces con ligeras variaciones, el modelo puede no saber cuál priorizar.
Ejemplo: Definir dos veces las políticas de devolución con diferencias menores en fechas o condiciones. - Usar lenguaje ambiguo o informal: Las instrucciones deben ser precisas, formales y claras. Evita abreviaturas, modismos o frases con múltiples interpretaciones.
Ejemplo: “El usuario está medio molesto” → Mejor: “El usuario ha manifestado insatisfacción en el ticket anterior.” - Colocar instrucciones de prompt dentro del contexto: Las órdenes sobre cómo debe comportarse el modelo deben ir en el prompt, no en el contexto. El contexto debe limitarse a los datos que describen la situación.
Incorrecto: “Responde como un experto en soporte técnico.” → Esta instrucción debe ir en el prompt, no mezclada con datos. - Agregar ruido técnico innecesario: Logs, IDs sin contexto, estructuras de código sin explicación o metadatos crudos pueden saturar al modelo.
Consejo: Si incluyes código o texto técnico, añade una breve descripción previa o delimitadores claros.
Evitar estos errores permite que el modelo funcione de manera más estable, interpretable y confiable, reduciendo el riesgo de desviaciones en flujos críticos y mejorando la experiencia final de los usuarios que interactúan con el sistema.
Reutilización de contextos mediante plantillas
Una de las grandes ventajas del enfoque MCP es la posibilidad de estandarizar y escalar contextos mediante plantillas reutilizables. Esto no solo ahorra tiempo de desarrollo, sino que también mejora la consistencia de los resultados y facilita el mantenimiento de flujos complejos.
Las plantillas de contexto son estructuras predefinidas que pueden adaptarse dinámicamente con variables específicas del usuario, del sistema o de la tarea. Permiten definir un formato base que puede aplicarse transversalmente a múltiples casos, manteniendo el control y la claridad en la comunicación con el modelo.
Beneficios de usar plantillas de contexto:
- Velocidad de implementación: Nuevos flujos pueden activarse en minutos reutilizando contextos ya probados.
- Escalabilidad: Permiten entrenar al equipo técnico para trabajar con estructuras comunes, reduciendo errores.
- Trazabilidad: Es más fácil depurar y mejorar cuando los contextos siguen un patrón estándar.
- Control de seguridad: Las plantillas ayudan a evitar la exposición de información sensible o malformateada.
Ejemplo de plantilla para soporte técnico (formato textual simplificado):
[USUARIO] Nombre: {{nombre_usuario}} Rol: {{rol}} Producto: {{producto_asociado}} [PROBLEMA] Descripción del incidente: {{descripcion_incidente}} ID de ticket: {{id_ticket}} [REGLAS DE SOPORTE] - No dar recomendaciones que involucren cambios de configuración sin validación. - Escalar si la respuesta incluye acciones sobre producción.
Estas plantillas pueden integrarse fácilmente en sistemas low-code, scripts de automatización, o incluso plataformas como n8n, Zapier o backend propios. También pueden combinarse con prompts dinámicos que modifiquen el comportamiento del modelo según la situación, sin reescribir todo el contexto desde cero.
Ejemplo comparativo: mal contexto vs. buen contexto
Una forma concreta de comprender la diferencia que puede marcar un buen diseño de contexto es observar un mismo caso de uso abordado desde dos estructuras distintas. A continuación, se presenta un ejemplo de un asistente virtual diseñado para responder preguntas de soporte interno en una empresa tecnológica:
???? Mal contexto:
Usuario: Andrés Ticket: #9281 Problema: El sistema no carga bien. Ayúdalo.
Problemas:
- Ambigüedad total: no se especifica qué sistema, qué significa "no carga bien", ni se entrega historial.
- Falta de estructura y separación semántica.
- La instrucción "ayúdalo" está fuera de lugar: debería ir en el prompt, no en el contexto.
✅ Buen contexto:
[USUARIO] Nombre: Andrés Muñoz Área: Logística Rol: Coordinador de Inventario [SISTEMA] Nombre: Plataforma Interna de Seguimiento (PIS) Módulo: Reportes de Inventario [INCIDENTE] Ticket: #9281 Descripción: El usuario reporta que al ingresar al módulo de reportes, la pantalla permanece en blanco después de hacer clic en "Ver reporte". [CONDICIONES] Navegador: Chrome v116 Hora del incidente: 10:47 AM Ambiente: Producción [POLÍTICAS] - Nunca entregar instrucciones que impliquen cambios en la configuración del navegador. - Si el error persiste más de 5 minutos, escalar al área de infraestructura.
Ventajas del buen contexto:
- Permite al modelo entender el entorno completo sin asumir información.
- Facilita la generación de una respuesta precisa, basada en datos estructurados.
- Minimiza el riesgo de errores y respuestas improvisadas.
Este ejemplo evidencia cómo la forma de presentar la información es tan importante como la información misma. La calidad del output del modelo depende directamente del cuidado con que se diseñe el contexto.
Métricas y validación de calidad del contexto
Una vez implementados los contextos en entornos MCP, es fundamental contar con mecanismos de medición y mejora continua. Evaluar la calidad del contexto permite tomar decisiones informadas para optimizar los flujos, reducir errores y aumentar el valor entregado por los modelos de IA en el día a día.
Indicadores clave para evaluar contextos:
- Tasa de éxito del modelo: Porcentaje de respuestas correctas o satisfactorias generadas a partir de un contexto dado.
- Intervenciones humanas: Número de veces que un operador debe intervenir para corregir o completar lo que el modelo entregó.
- Tiempo promedio de resolución: Duración entre el ingreso de la consulta y la entrega de una respuesta útil.
- Nivel de satisfacción del usuario: Medición subjetiva mediante encuestas rápidas (por ejemplo, thumbs up/down).
- Consistencia semántica: Porcentaje de respuestas que respetan tono, política interna y formato esperado.
Métodos de validación:
- Testing automatizado con prompts controlados: Crear un set de preguntas predefinidas con respuestas esperadas y comparar outputs al modificar el contexto.
- Pruebas A/B: Evaluar dos versiones del mismo contexto para ver cuál entrega mejores resultados.
- Revisión por expertos humanos: Incluir una capa de revisión por parte de personal técnico o de negocio que pueda auditar la calidad del razonamiento del modelo.
Establecer un sistema de validación no solo mejora el rendimiento de los modelos, sino que también genera confianza en las áreas que consumen IA, demostrando que los resultados no son aleatorios sino consecuencia de un diseño riguroso y controlado.
Conclusión: el contexto como pilar estratégico de la IA empresarial
En entornos corporativos donde la inteligencia artificial empieza a integrarse en procesos críticos, el diseño del contexto se convierte en una capacidad clave. Ya no se trata solo de qué modelo se usa o cuán potente es, sino de cómo lo alimentamos para que actúe con precisión, coherencia y alineación al negocio.
Siguiendo buenas prácticas en la estructuración, reutilización y evaluación de contextos, las empresas pueden construir soluciones más robustas, reducir los errores y ofrecer experiencias confiables tanto a usuarios internos como externos.
El protocolo MCP propone una forma clara de organizar estas soluciones, pero su éxito depende directamente del nivel de madurez técnica y organizacional con que se implemente. Por eso, invertir en el diseño del contexto no es un detalle técnico: es una decisión estratégica.
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